En el marco del XIV Seminario Internacional Políticas de la Memoria, Luciana Morini y Francisco Scarfó, integrantes de GESEC, coordinaron la Mesa 25 «Experiencias educativas en contextos de encierro punitivo» que se desarrolló en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti (Ex ESMA).
Morini y Scarfó abrieron la mesa señalando que “el tema del seminario se enmarca en los 40 años de democracia y en este contexto, la educación en cárceles continúa siendo una deuda pendiente” y destacaron los “avances en los últimos años con públicas que articulan con programas y acciones llevadas adelante por escuelas, universidades y organizaciones que tienden a la ampliación de los derechos humanos de las personas detenidas y liberadas”.
Subrayaron que “la educación es un derecho llave que abre las puertas a otros derechos, y si éste está vedado o restringido, también lo estarán los demás” y que, en este sentido, “la mesa es una invitación a compartir experiencias educativas en contextos de encierro pero también los obstáculos y desafíos, y las resistencias cotidianas, el para qué de la cárcel, cómo actuar para que la educación se fortalezca a como derecho y no como beneficio”.
La Mesa contó con participación de los siguientes trabajos:
– “Resistir el vaciamiento: prácticas socioeducativas en contexto de encierro”, de María Alejandra Astorga.
– “Volver a la cárcel para formar compañeros: la enseñanza en oficios en contexto de encierro por docentes liberados/as”, de Malena García.
– “Masculinidades, cárcel y educación”, de Ailen Grassi y Pau Mono Kamien.
– “La gramática carcelaria vs la gramática escolar. Las escuelas que sobreviven dentro de las instituciones penales”, de Verónica Haller.
– “El teatro como herramienta de transformación en cárceles bonaerenses”, de Cintia Noto.
Algo común en todos los trabajos fue la importancia del deseo, de recuperar el deseo en lo educativo, tanto para estudiantes como para docentes y talleristas, además de la importancia del cuerpo y el lugar del cuerpo, entendiendo que «el cuerpo expresa lo que la palabra oculta», en palabras de Cintia Noto.
Y una de las conclusiones a las que se llegó, recuperando las palabras de Violeta Núñez, «al vacío se lo adorna con bienes culturales y al vaciamiento se lo resiste pero nunca en soledad», fue la importancia de los colectivo, de los encuentros; no solo al momento de hacer la tarea docente, mediante parejas pedagógicas, si no también la posibilidad de realizar estos encuentros reflexivos que permiten generar lazos, comunidad.
Además, se enfatizó la importancia de poder poner en común ciertas vivencias y recursos mediante la sistematización de las experiencias y de la investigación que posibilitan dejar por escrito, asentado, el recorrido de las experiencias que muchas veces se encuentran fragmentadas.